viernes, 6 de abril de 2012

ese día que fui a tu casa
caminando, lejos
rápido pero despacio
apurada y sin querer llegar
escondía adentro mío un yo del cual me aterraba,
un yo deborador de seres, y sobretodo de mi.
ese día no llovió pero sentí llover mis ojos,
no pude ni mirarte
ni tocarte
ni tocarme.
me miré desde afuera y aún así rogué salirme,
ir a otra parte y por sobre todo no ser yo,
no ser esto
o eso.
pensé que se moría eso que alguna vez había sido nosotros

No hay comentarios:

Publicar un comentario